Santidad Cristiana
Durante mi proceso en la vida cristiana he visto cantidad de “cosas, palabras, vestidos, maquillaje, términos, juegos” y muchas otras que dicen ser Santidad Cristiana o al menos la aparentan.
La santidad cristiana, ese es un proceso que todos queremos llegar a tener o al menos conseguir, es por eso que muchos de nosotros admirando la vida de apóstoles, profetas y/o maestros de la antigüedad buscamos ser parecidos a ellos, pero con otro nombre en el siglo XXI, los imitamos hasta el punto de utilizar sus mismas palabras como si fueran nuestras creyendo que es el Espíritu de Dios en nuestra vida.
Qué es la santidad cristiana, qué fue lo que los apóstoles, profetas, maestros y desconocidos quisieron enseñarnos; es más, qué fue lo que el mismo Jesús quiso enseñarnos mientras estuvo en la tierra.
Bueno, de acuerdo a mi leve conocimiento Bíblico y estudios ya realizados que me han ayudado interpretaré, espero, de la manera más correcta sin el ánimo de ofender a muchos que practican algunas cosas creyendo, según su fe, vivir una santidad.
Quien fue Jesús?
Para qué decir lo que todos sabemos ya. Jesús fue un hombre que nació en Belén de Judea y Creció en Nazareth, murió en Jerusalén y trabajó en pro de la salvación de la humanidad pero… mediante qué, cómo, cuál fue su propósito en medio de todo?
A mi parecer o entender las cosas vemos que la vida de Jesús fue más que un protocolo de redención; Jesús instaba todos los días mediante enseñanzas un estilo de vida que nada tenía que ver con dinero, vestidos, alimentos, noches o días, tampoco con fiestas o diversión común; es más, no criticó a ninguno de sus discípulos por sus amigos o por la manera en que se peinaba o se dejaba crecer el bigote o la barba; tampoco lo hizo con las mujeres que lo seguían ni con los niños.
En ocasiones he dicho… Jesús fue el mejor cuentero que he conocido en la historia ya que en su estilo y enseñanza reunió a miles solo para enseñarles a vivir como Dios manda, fuera de eso, puso apodos a sus discípulos (claro está que con buen sentido de la palabra) además de ser un hombre que necesitaba tener un temperamento carismático para llegar con facilidad a la gente y tomarles su atención; fue así para agradar a los niños ya que estos lo buscaban para jugar y si Jesús era un hombre de apariencia seria, seca o fría no creo que nadie se le acercará fácilmente; pero vemos que muchos lo siguen solo al verlo y sin que los llamase porque algo producía en ellos, eso quiere decir que tenía un temperamento atrayente.
Otra cosa importante es reconocer que muchos siguieron a Jesús por interés, pero en el caso de otros no fue así desde el principio ya que veían en Jesús algo diferente que los acercaba a Dios y no era la apariencia o los vestidos de los Fariseos, o los Saduceos, o la santidad de los Esenios u otro grupo religioso parecido; lo que muchos veían en Jesús era algo más que religión, era algo que los inspiraba a decir, “…verdaderamente este hombre ha salido de Dios”.
Qué es la religión?
La religión es el método que el hombre ha puesto en su corazón para definir a Dios, llámese como se llame.
Muchos predican y anuncian que no es religión lo que practican peor si es un estilo de vida, y en todos los grupos o comunidades se habla de la vida cambiada de alguno, o de muchos, pero será que es Dios quien los ha cambiado o será su propio deseo de ser diferentes apoyados en una idea religiosa o filosófica expresada en un estilo de vida que han adoptado; es así que muchos han llegado, por decepción de algunos grupos, a decir que no quieren tener nada que ver con grupos religiosos y deciden creer en Dios a su manera, olvidando así que aún eso es una religión adoptada por su mismo sistema de creencia decepcionada.
Las enseñanzas de los apóstoles, profetas y algunos ya conocidos bíblicos.
Hemos notado, en la medida que leemos las escrituras muchas enseñanzas sobre cosas que hubo que hacer para creer lo que Dios decía y creer en su poder; esto fue realizado porque nosotros al igual que ellos creemos por un tiempo, pero pasados unos días dejamos de creer o de adorar al ver un nuevo problema más grande; nunca somos fieles todo el tiempo porque somos seres que olvidamos, es así que necesitamos recordar y a eso nos induce los milagros y las buenas enseñanzas, a que no olvidemos los hechos acontecidos donde vimos una fe fortalecida que no de pendía de nosotros.
Y en el caso de los que no pertenecen a un grupo religioso pero han tenido cambios.
En le caso de los que han sufrido cambios en sus vidas sin pertenecer a un grupo religioso se debe a su motivación en sus capacidades, cosa que también sucede en el cristianismo pero basado en principios de origen y esencia ya que Dios nos ha dotados a todos de capacidades y entendimiento, de razones y fe; pero la diferencia está en que Dios nos da luz a una nueva vida en carne y en espíritu, cosa que no hace una filosofía o un pensamiento doctrinal.
En le tema de la santidad esto tiene mucho que ver ya que muchos creen que la santidad está en vestir o dejar de hacer ciertas cosas que son realmente buenas y en nada dañan la vida común; claro está que muchos lo hacen por inercia en su doctrina ya que esta acostumbra hacer o practicar ciertas cosas que aparentan religiosidad.
Según he visto Jesús nunca criticó a alguien por hacer o dejar de hacer algo, lo criticó fue por la manera en que lo hacía y lo que lo inducía a hacerlo; una de sus enseñanzas muy conocidas fue:
Mateo 15:16-20
Jesús respondió:
--¿Ni siquiera ustedes son todavía capaces de comprender? ¿No entienden que todo lo que entra por la boca va al vientre, para después salir del cuerpo? Pero lo que sale de la boca viene del interior del hombre; y eso es lo que lo hace impuro. Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos. Estas cosas son las que hacen impuro al hombre; pero el comer sin cumplir con la ceremonia de lavarse las manos, no lo hace impuro.
Los apóstoles también enseñaron sobre esto diciendo cosas como:
1Cor 6:12
Se dice: "Yo soy libre de hacer lo que quiera." Es cierto, pero no todo conviene. Sí, yo soy libre de hacer lo que quiera, pero no debo dejar que nada me domine.
Sant 3:13-18
Si entre ustedes hay alguno sabio y entendido, que lo demuestre con su buena conducta, con la humildad que su sabiduría le da. Pero si ustedes dejan que la envidia les amargue el corazón, y hacen las cosas por rivalidad, entonces no tienen de qué enorgullecerse y están faltando a la verdad. Porque esta sabiduría no es la que viene de Dios, sino que es sabiduría de este mundo, de la mente humana y del diablo mismo. Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad; pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, llevan ante todo una vida pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles. Son también compasivos, imparciales y sinceros, y hacen el bien. Y los que procuran la paz, siembran en paz para recoger como fruto la justicia.
Algo que siempre he visto y me parece clave en las escrituras para la santidad es algo que el apóstol Pablo dijo a Timoteo en su primera carta:
1 Tim 1:5
…el amor que proviene de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera.
Estos tres puntos son base de una cristiandad verdadera, solo aquellos que se han encontrado con Dios saben lo que esto significa ya que la miel de las escrituras bíblicas se prueba allí.
El corazón limpio viene en una entrega a Dios en conocerle no mediante los actos religiosos o disciplinas que nos otorgamos para vernos mejor en salud mental o física, es decir, para acallar nuestras propias conciencias; no, el corazón limpio allí descrito es uno que va siendo regenerado cada día en una relación con Dios, en conocerle (y esto no es un seminario o escuelas bíblicas o por mucho decir) mediante la oración sincera que solo tiene como invitado a Dios mismo, pasando un tiempo de confianza y de amistad entre padre e hijo.
La buena conciencia está en lo primero, un amor limpio; si nuestro amor está basado en los principios de Dios y no de nosotros mismos tendremos un amor sincero y esto nos inducirá a la buena conciencia, a la conciencia que no aborrece u odia, no quiere hacer lo malo.
Y la fe no fingida es algo que tampoco viviremos si tenemos un amor limpio que prorroga la buena conciencia y en nada tienen que fingir a una sociedad, se volverá parte de nuestra naturaleza y nos hará brillar; claro está que el objetivo no es brillar sino vivir, porque si nuestro objetivo es brillar perderemos la luz verdadera y tendremos que fingirla.
Muchos de nosotros hemos llegado a pensar que entre más conozcamos de las escrituras más nos acercamos a él; es así que algunos cambian su apariencia y su forma de vestir como si fueran una chocolatina más fina… pero olvidamos que con el fuego lento también nos derretimos.
Pero, acaso entonces debemos quedarnos como hemos vestido siempre?
No, no creo, es bueno participar de la moda o de los gustos naturales de la vida, pero lo importante es que sean gustos naturales y no de santurronería que creen que por hacer algo soy algo más y resulto viendo en mi interior a los demás como diminutos.
En algún momento de mi vida, cuando llegué a mi congregación, conocí a un joven llamado Juan Carlos quien era el encargado del grupo de jóvenes y, en su apariencia, era un joven limpio; nada malo veías en él; era notable su buena conciencia y su amor limpio, su fe no fingida y creo que también debe ser reconocido un amigo que también conocí y que no volví a ver hasta hace unos días atrás, el se llama Raúl Rodríguez.
Son las pocas personas que a uno le inspiran algo ya que son tan humanos, tan cristianos, tan poco obvios y brillan con ese reflejo de Dios en sus vidas.
En cuanto a la sociedad y los amigos?
El pastor de mi congregación Luis Carlos Armella Iglesias, dijo alguna vez en una de sus enseñanzas que el se enteró que sus amigos no se alejaron de él; fue él quien se alejó de sus amigos. Y si, así es, los amigos siempre nos buscaran si ven en nosotros una amistad sincera que les induce a un cambio sano y divertido; no debo dejar de llamarlos y continuar una vida santa (en el buen sentido de la palabra) y sana. Cuando hablo de santa me refiero a una vida que se divierte pero no participa de ciertas costumbres vanas y dañinas para la sociedad como para el cuerpo e inducen a inconvenientes legales o perjudiciales con la familia común y a la vida misma.
No son los amigos los que nos abandonan muchas veces, somos nosotros mismos los que dejamos a los amigos porque supuestamente no pertenecemos a ese gremio (dándonos de santos) y muchas veces no hay nada malo que decir, y es así que olvidamos que salimos de ese grupo o gremio y fue ese el método que Dios utilizó para guiarnos a su gracia.
Yo personalmente amo el libro de Eclesiastés porque habla de algo bastante claro, habla de la vanidad en la vida y del sin sentido que tienen todas las cosas que uno acostumbra a hacer.
Este libro fue escrito por el rey Salomón en su vejez luego de haber vivido toda su vida con sabiduría y entendimiento y terminar reconociendo que nada hay mejor que Dios; además define que “todo es vana ilusión, es un querer atrapar el viento” (y amo esta definición).
El comenta en el capitulo dos (2) que hasta la locura la tuvo con sabiduría y nada encontró en ella; dice que los muchos libros entorpecen los sentidos hasta hacer perder el sabor de las cosas, …y no es que sea malo el buen entendimiento; es que es vana ilusión un querer atrapar el viento porque cuando conoces algo demasiado pierdes el sentido de ello hasta que deja de ser igual a la primera vez.
Algo que nunca dejarás de descubrir es a Dios, en eso termina el libro y nos hace entender que el amarle de verdad te incentiva a conocerle y Dios es infinito; por ende entrarás en su gloria solo por seguirle amando y conociendo; cosa que sin darte cuenta te dará mucho fruto llevándote a una vida santa no por esfuerzos humanos o conocimientos filosóficos que te clasifican en algo. La santidad no está en que vayas o no a una iglesia o reses y ores mucho rato, tampoco está en creer que soy mejor por pertenecer a una buena doctrina que clasifico mejor que las demás, no; Dios nos ha enseñando mediante su palabra que él no utiliza intermediarios en cada siglo ni en el siglo XXI que se proclaman salvadores, profetas o apóstoles de Dios; Dios nos sigue salvando como fue en el principio sin cambiar y todo mediante su palabra hecha hombre en Jesús quien nos induce mediante su Espíritu Santo a una verdad única que no está llena de fanáticos poderosos.
Hoy en día vemos muchos payasos religiosos en cada esquina que se profesan como enviados de Dios con una salvación que ni ellos poseen, pero creen poseer por tener una mente que solo piensa en poder y fortuna, seguridad económica y una familia o amigos que lo exaltan en su ego.
Se ha perdido mucho el principio de Dios y ya aparecen en televisión algunos hablándole al televidente como si tuvieran una telepatía directa; ya las payasadas cristianas profanan el nombre de Dios y el de Jesucristo con engaños y días de milagros como si a Dios le dijeran cuándo hay que ir a hacer milagros y sanidades.
Muchos dirán: “pero si suceden cosas”; claro que si, Dios respalda su nombre, pero también en ocasiones le deja en ridículo porque Dios no ha hablado ni tampoco le agradan los circos cristianos donde la gente se tira al piso y arma un espectáculo queriendo ser ellos los protagonistas y mienten diciendo que es Dios o para Dios.
Dice la escritura de estas personas:
Mateo 7:22-23
Aquel día muchos me dirán: 'Señor, Señor, nosotros comunicamos mensajes en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.' Pero entonces les contestaré: 'Nunca los conocí; ¡aléjense de mí, malhechores!'
Es así que muchos, como dice el apóstol Pablo, son llevados a someter el cuerpo a ideas que predican e interpretan de las escrituras solo para enorgullecerse de ellos mismos, y son cosas que no dice las escrituras pero las hacen parecer dando vueltas a una idea que apoyan en diversos versículos con poco estudio de los textos y contextos de la cultura oriental y sus tiempos.
En muchas iglesias ya no se predica a Dios, se predican los problemas económicos que esta tiene y la necesidad para que apoyen como iglesia, ese es el fin; y no se ven los trabajos misioneros porque el dinero va a otras cosas tales como paseos y fines poco lucrativos para la comunidad que no conoce el evangelio; no se compran Biblia ni se hacen mercados para colaborar a los más necesitados, no hay un fondo común organizado para las necesidades de la misma congregación.
Qué diría Jesús si viera la iglesia como está trabajando en su nombre, acaso alabaría todo su trabajo? Poco nos hemos preocupado por enseñarle a la iglesia lo que es la verdadera santidad, enfocándonos más en lo que es la apariencia de la santidad y por eso se ven muchos que todos los días entran y salen iguales o peores, decepcionados por los chismes, la mentira, las payasadas cristianas, los escándalos, la mala fe y el amor poco sincero.
Muchas de estas personas siguen sin rumbo en la vida o terminan detestando el cristianismo o, peor, ingresan a sectas que les hacen cumplir algo para parecer algo que a la mente humana le gusta ya que es diferente, como si fuera un producto cualquiera, perdiendo la noción verdadera de Dios y de su vida.